Los 4 fantásticos despropósitos

No hay otra palabra para lo que acabo de ver: despropósito. Despropósito monumental y una tomadura de pelo tan gran que me hierve la sangre al pensar en esa poco más de hora y media de mi vida perdida viéndola.

En el verano de 2005 veíamos una primera visión del cuarteto con lo que podríamos denominar efectos especiales modernos. No era precisamente una maravilla, pero se dejaba ver. Jessica Alba y Chris Evans eras las cabezas de cartel de aquella saga que lograría dos veranos después una única secuela, menos emblemática y aún más olvidable que la primera. De esa saga aún recuerdo de vez en cuando la banda sonora aparece en mi reproducción aleatoria (en la película sólo aparecía durante los créditos) cantada por Anastacia y Ben Moody, ex-componente de Evanescene: Everything burns.

Pero parece que Los 4 Fantásticos están abocados al fracaso. El cuarto intento de llevarles a la gran pantalla tenía el listón bajo, muy bajo. Y no han sido capaces de superar las pocas o ninguna expectativas que se podían tener en la cinta.

Los 4 épicos fallos

Carisma ausente

- ¿Y ehto pa' onde va?
Si hay algo que durante los 110 minutos que dura el metraje se hecha en falta, es el carisma. Ningún personaje cuanta con la fuerza necesaria para llevar adelante su propia trama. La falta de carisma no es sólo de los protagonistas, lo cual es alarmante de por sí, sino que ningún secundario es capaz de reflotar la acción. Por no mencionar al villano de la entrega; el Doctor Doom, o Doom a secas, está presente. Y no hay mucho más que decir, se digna a hacer acto de presencia con motivo de la escena final. Ben Grimm, más conocido como La Cosa es una cara bonita en un cuerpo bonito. Podrían haberle creado con CGI durante todo el metraje y ahorrarse las pocas frases que salen de la boca de Billy Elliot Jamie Bell. La que debe convertirse en la mujer de su 'mejor amigo' en la ficción tampoco se salva: he visto más expresividad en toda la Saga Crepúsculo que en la cara de Kate Mara. Es lo que tiene la desgana y el trabajar en un proyecto por compromiso (entiéndase el contrato). Me queda por comentar lo realizado por Milles Teller, aplaudible actuación. Es el actor que está sin estar, aparece en pantalla de tal forma que si lo eliminasen y pusieran a un minion soltando sus lineas no habríamos notado el cambio. ¿Acaso no es para aplaudir tal azaña?

Efectos especiales afines al film

Lata de sardinas interdimensional
Pasables. Sin pena ni gloria, no están mal cuando se ponen al servicio de los poderes del equipo, de hecho es la primera vez que podemos creernos visualmente a La Cosa. Pero cuando tenemos que creernos *INICIO SPOILERS* la forma en que transportan una lata de tomates humana máquina con los protagonistas dentro a otra dimensión la cosa cambia: un fogonazo de luz, el chirrido de disco rayado y ya está visto para sentencia. *FIN SPOILERS*



Carisma no habrá, pero ritmo tampoco

No, no es la hora de las tortas.
Si los personajes ya adolecen por completo de carisma, el ritmo de la película brilla por su ausencia. Tenemos un comienzo lleno de saltos, literalmente. Saltos temporales que no ayudan a conectar con nada de lo que vemos. Comenzamos viendo a un par de niños que juegan a ser mayores. Salto. Y aquí tenemos a unos adolescentes que juegan a ser niños.
Y de repente un ligero toque de acción que se corta a medio camino, una carrera de coches que no termina. Como la película; que no despega en ningún momento pese haber un par de rayos de sol que resultan ser unos fluorescentes fundidos.

"Como tanques para desayunar"
Para muchos la versión de 2005 será mejor que esta de 2015, otros dirán que no, que pese a los fallos ésta es la mejor. A los segundos me gustaría pedirles que dejaran de lado por un momento lo único bien hecho realmente de la cinta, que se olviden de La Cosa. ¿Seguís pensando lo mismo? ¿La oscuridad de la cinta os sigue pareciendo un paso adulto? Las intenciones eran buenas, eso no lo podemos negar, pero no vivimos de las intenciones.

No es bueno escribir un guión teniendo estreñimiento

"Tanto Fortasec no podía ser bueno"
No encuentro otra explicación para lo que ha ocurrido con el guión de la cinta. Estreñimiento tras una noche loca de pollo frito y tequila rebajado con un poco de Fortasec, mucho Fortasec. Los tres guionistas debieron irse de parranda cuando les dieron el trabajo: Jeremy Slater, Simon Kinberg y el propio director Josh Trank. De Slater no había visto nada antes, pero Kinberg ha participado escribiendo en películas como "X-Men: Días del futuro pasado", "Sherlock Holmes"o "Mr. and Mrs. Smith" por lo que me sorprende lo absurdo del largometraje que nos ocupa. En cuanto al director, Trank creó la historia de "Chronicle", una película que tenía una buena idea de partida pero que se quedaba a medio gas. Viendo lo que los medios nos han ido contando durante el rodaje, no es de extrañar el resultado obtenido. Os dejo un extra: el trailer comentado por dos de sus guionistas. Sorprendentemente no hay ningún 'y tú más'. Lo que hace el marketing, oiga.

"Soy un puto genio y encima tengo gracia"
Va a ser que no
*INICIO SPOILERS* La película comienza contándonos la historia de cómo Reed Richards y Ben Grim se conocen en el colegio y juntos terminan de construir una máquina para teletransportarse, el sueño del joven Reed. Ya no estamos en los 60's y no hace falta salir al espacio a dar un paseo. Claro que decir que Ben ayuda es mucho decir, prácticamente se limita a mirar. Por supuesto, ellos no saben que al dejar al barrio sin energía eléctrica en realidad han descubierto una puerta a otra dimensión. Con 12-13 años. Claro que sí, joder. Damos un salto de 7 años, y la Mujer Invisible conoce a su futuro marido y su duro amigo junto a su padre. Negro. Vale, luego te dicen que es adoptada. Era eso o un gen recesivo. De ahí que su hermano, no adoptado y negro se convierta en la Antorcha humana.

"Este verano se me ha ido la mano con el sol y el aceite"
A Johnny Storm le conocemos en medio de una carrera ilegal de coches, que si bien encaja con el espíritu libre del personaje, nos encontramos con una escena que ya ni con calzador, está metida casi con la misión rellenar minutos. Quiero aclarar, que luego pasa lo que pasa, que me importa tres pepinos maduros que haya un negro; no es eso lo que me molesta. ¿Te imaginas a un James Bond negro? ¿Y a un Martin Luther King blanco, rubio y con los dientes más relucientes que el baño donde hace aguas mayores Don Limpio? Pues a mí me pasa lo mismo, por mucho que me pudiera gustar ver a un Reed Richards gay (personajes gays en general), en realidad tiene que acabar con Sue Storm. Junto a ella, me refiero. A los americanos el tema de inclusión se les está yendo de las manos. Recapitulando, papá Storm hará que hijo e hija trabajen junto a los mejores amigos de la infancia y un Victor Doom que vuelve a ocupar un puesto de trabajo donde-no-está-muy-seguro-de-si-quiere para quien-está-seguro-de-no-querer-trabajar. He ahí toda su motivación como futuro villano; una pataleta.

"Por fin no doy grimma" 
Crear una puerta interdimensional, que ya funcionaba, requiere tiempo, claro está. Casi media película, no menos, no vayamos a pensar que no son buenos científicos. Hasta que consiguen enviar a un mono muy mono allí, y también que regrese, entonces descubre que los planes de los jefazos es regalarle todo ese trabajo y dinero invertido a la NASA, así, como quien no quiere la cosa. Por favor, otro aplauso para los guionistas, se lo merecen. Por eso, esa noche el equipo decide viajar a la otra dimensión, no quieren que les pase como a los que mandaron al primer hombre a la luna (reconozco que ahí casi me caigo de la risa). Así, Reed, Grimm, Doom y el dicharrachero Johnny Storm se meten en la nave espacial la lata de tomates humana el invento para cruzar dimensiones y hacer historia. Una vez allí, las cosas no van como esperaban (¿PERO QUÉ COJONES ESPERABAN, UN PASEO POR LA SIERRA?) y Doom muere cayendo al vacío.

La otra hermana Storm, se percata de que algo no va bien en el laboratorio y acude rauda y veloz para traer de vuelta a sus compañeros científicos-adolescentes, pero algo sale mal de nuevo y el invento revienta al llegar a nuestra dimensión, irradiando poderes a una Mujer Invisible que estaba tan ricamente viendo porno en el ordenador trabajando. Vemos en un par de minutos, dignos de un trailer genial que nos enseñe lo que no hay, cómo todos han desarrollado unas habilidades extrañas. Para rematar la faena, Reed escapa dejando a su queridisísimo amigo rocoso detrás.

"¿No creéis que me queda una mihita apretao?"
Pasa un año, hay que ver cómo le gusta a los tres guionistas los saltos ¡hay uno por guionista!, y los 3 fantásticos (a falta de Reed que escapó) trabajan en mejorar sus poderes para el Gobierno, que les asegura al equipo estar trabajando para devolverles a su estado normal. De paso se han diseñado unos trajes supermonos de la muerte que te c***s. Entonces a alguien se le ocurre usar a Sue Storm para encontrar a Reed, y en menos de 5 minutos está localizado y compartiendo de nuevo laboratorio. Además, cooperando. El tipo que se había escapado para huir de los experimentos. ¿Podemos darle ya otro aplauso a los guionistas? La vuelta a la cooperación culmina con el envío de más gente a la otra dimensión para recoger muestras de... cosas, hasta que al instante se encuentran con Victor Doom.

Ejemplo de cómo ahorrar en el presupuesto
eliminando exteriores
Quien ¡oh, sorpresa, no estaba muerto! Se lo llevan de regreso al laboratorio moribundo, pero cuando despierta resulta ser que ha perdido el norte, y quiere aniquilar la tierra. Monta un pifostio del 15 en las instalaciones y abre de nuevo el dichoso portal dejando que poco a poco (lo justo para que se pueda evitar, no va a ser que encontremos algo de épica) se convierta en un agujero negro que se trague a nuestro planeta. Los cuatro fantásticos le siguen para evitar la catástrofe. Para algo son los buenos. De uno en uno atacan a Doom, por turnos, pero no hay manera. Unen fuerzas, y entre los cuatro, ahora sí, le derrotan/¿matan? (¿alguien ha dicho secuela? ¡Por favor, no!) y vuelven a nuestra dimensión, donde sólo hay un socavón en lugar del laboratorio.

"ZEmoH lA KaÑHa zEÑorEHh"
Final feliz para los protagonistas; el Gobierno les da las gracias, aunque pretende seguir usándolos en sus planes de dominación mundial. No en vano ellos son más listos y les sacan al dinero de los contribuyentes americanos un nuevo laboratorio de tamaño descomunal.

En la escena final, el grupo conoce sus nuevas instalaciones perdidas de la mano de Dios y hacen unos chistes increíbles sobre el nombre que deberían tener. En serio, hilarantes. Mi preferido es el fundido a negro. *FIN SPOILERS*

Valoración

Buenas intenciones, y nada más. En eso se queda la cinta del 'inexperto' Josh Trank. Si obviamos las intenciones y vemos el resultado, claramente no queda de dónde rascar. La productora pudo haberse metido en medio del proceso creativo y haber tomado las peores decisiones posibles para la cinta, pero eso no exculpa al director, guionistas y reparto de hacer semejante truño. Personalmente, me hubiera gustado conocer el guión que Trank tenía preparado inicialmente, pero esto es lo que hay.




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